“Lo dijo con el profeta Oseas: Llamaré “pueblo mío” al que no es mi
pueblo, y “amada mía” a la que no es mi amada.”
Romanos
9,25
El apóstol
Pablo nos continúa hablando de cómo Dios se hace valer también del pueblo
pagano para continuar demostrando su Gloria. Cuando el pueblo escogido, el
judío, no reconoce a Jesús como su Salvador, Dios en su infinita
misericordia escoge y prepara “otro
pueblo” y “otra amada”. Realizó una obra de misericordia usando al pueblo pagano,
que le aceptó y le creyó, para esparcir la semilla del Reino de Dios en el
mundo. Si vemos lo proclamado por el profeta Oseas, Dios habla de esta forma
dura a su pueblo debido a su infidelidad: se volvieron a la prostitución, a
otros dioses, etc. Pues, Pablo nos recuerda las palabras proclamadas a través
del profeta para hacernos reaccionar y reconocer que muchas veces le somos
infieles a nuestro Padre Eterno. El en su infinita misericordia perdona, pero
nosotros debemos volvernos a El.
Hermano, si
al observar tu vida te das cuenta que eres como el pueblo que Dios se había
escogido y luego le fue infiel; recuerda que El te da la oportunidad de decidir. ¿Quieres su perdón y continuar siendo su
escogido o si quieres darle la espalda y dejar que el escoja otro “pueblo” otra
“amada”? El mundo nos ofrece grandes cosas, todas inútiles y vanas las cuales
no nos dan la felicidad completa ni la salvación. Estás a tiempo, vuelve tus
ojos a nuestro Salvador Jesucristo, el que nos redimió y nos ganó la salvación
a precio de sangre. Él te perdonará y te llevará delante del Padre, “porque
tanto amó Dios al mundo que envió a su único hijo Jesucristo para que en El
tengas vida y vida en abundancia” Jn 3,16.
Por eso, no pierdas esta oportunidad que te está dando Jesús, búscale y
acéptalo y no tengas miedo ni de tú pecado ni de no poder encontrarle porque en
su Palabra nos dice “Mira que estoy a la puerta y llamo: si uno escucha mi voz
y me abre, entraré en su casa y comeré con él y él conmigo” Apocalipsis 3,20. Te
esta esperando con su amor infinito, cree en Él y acéptale y tendrás una vida nueva en Cristo.
Dios te bendiga.