sábado, 17 de septiembre de 2016

Mira que estoy a la puerta y llamo...

“Lo dijo con el profeta Oseas: Llamaré “pueblo mío” al que no es mi pueblo, y “amada mía” a la que no es mi amada.”
Romanos 9,25


     El apóstol Pablo nos continúa hablando de cómo Dios se hace valer también del pueblo pagano para continuar demostrando su Gloria. Cuando el pueblo escogido, el judío, no reconoce a Jesús como su Salvador, Dios en su infinita misericordia  escoge y prepara “otro pueblo” y “otra amada”. Realizó una obra de misericordia usando al pueblo pagano, que le aceptó y le creyó, para esparcir la semilla del Reino de Dios en el mundo. Si vemos lo proclamado por el profeta Oseas, Dios habla de esta forma dura a su pueblo debido a su infidelidad: se volvieron a la prostitución, a otros dioses, etc. Pues, Pablo nos recuerda las palabras proclamadas a través del profeta para hacernos reaccionar y reconocer que muchas veces le somos infieles a nuestro Padre Eterno. El en su infinita misericordia perdona, pero nosotros debemos volvernos a El.
     Hermano, si al observar tu vida te das cuenta que eres como el pueblo que Dios se había escogido y luego le fue infiel; recuerda que El te da la oportunidad de decidir.  ¿Quieres su perdón y continuar siendo su escogido o si quieres darle la espalda y dejar que el escoja otro “pueblo” otra “amada”? El mundo nos ofrece grandes cosas, todas inútiles y vanas las cuales no nos dan la felicidad completa ni la salvación. Estás a tiempo, vuelve tus ojos a nuestro Salvador Jesucristo, el que nos redimió y nos ganó la salvación a precio de sangre. Él te perdonará y te llevará delante del Padre, “porque tanto amó Dios al mundo que envió a su único hijo Jesucristo para que en El tengas vida y vida en abundancia” Jn 3,16.  
     Por eso, no pierdas esta oportunidad que te está dando Jesús, búscale y acéptalo y no tengas miedo ni de tú pecado ni de no poder encontrarle porque en su Palabra nos dice “Mira que estoy a la puerta y llamo: si uno escucha mi voz y me abre, entraré en su casa y comeré con él y él conmigo” Apocalipsis 3,20. Te esta esperando con su amor infinito, cree en Él y  acéptale y tendrás una vida nueva en Cristo.

Dios te bendiga.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Levantate y resplandece...

De nuevo pregunto: ¿Tropezaron y cayeron para no volver a levantarse? De ninguna manera. A consecuencia de su traspié la salvación ha sido llevada a los paganos, y esto será un desafío para ellos.”
Romanos 11,11


     El apóstol Pablo hablaba acerca de como a través del traspié del pueblo de Israel al no acoger en sus corazones la Buena Noticia de la Salvación en Jesús, permitió que ésta riqueza se abriera al mundo. Sí al mundo, al pueblo pagano, los cuales comenzaron a aceptar a Jesús y su estilo de vida. La pregunta inquieta; Israel, el pueblo elegido por Dios, ¿no volverá a levantarse, no se salvará? Pablo nos dice: de ninguna manera; a través de su dureza de espíritu nosotros hemos recibido a Jesús en nuestras vidas como nuestro salvador y ha sido una gracia para el mundo.
     Hoy te pregunto: tropezaste, caíste y ¿no te vas a levantar? Jesús te dice: de ninguna manera; YO he vencido la muerte y el pecado para tu salvación así que levántate en victoria. Porque tú eres hermoso ante Dios y te dará fuerza de lo alto por medio de su Espíritu Santo para que te levantes. Piensa que así como el pueblo elegido por Dios, al darle la espalda al Salvador nos permitió conocer y vivir tal don; así también tú tropiezo puede ser de bendición para alguien o para tu hogar. Y podrías decirme: ¿Cómo una mala experiencia puede ser de bendición? Pues para Dios nada es imposible y en su Palabra nos dice: ‘sabemos que Dios dispone todas las cosas para bien de los que le aman” Rom 8, 28. Entonces hermano, ámale, acéptale, confía y verás como la Gloria de Dios se manifiesta en tú vida. ¿Que esperas? “Levántate y resplandece que ha llegado tú luz y la Gloria de Dios amaneció sobre ti.” Isaías 60,1.