jueves, 13 de octubre de 2016

No temas ni te asustes, porque contigo...

No temas ni te asustes, porque contigo está Yahvé, tu Dios, adondequiera que vayas”
Josué 1,9


     Dios le encomendó a Josué una misión grande y difícil.  Una vez muere Moisés, Dios le dice a Josué: “ha llegado para ti la hora de atravesar el río Jordán y todo el pueblo pasará contigo a la tierra que yo doy a los hijos de Israel”. Hermanos, a cuantos de nosotros ya Dios nos ha dicho: “ya ha llegado tu momento”. Tu momento de servir en la iglesia, de hacer apostolado, de visitar enfermos, de ir a misa, de convertirte y dar testimonio de su amor y su poder. Quizás, de dirigir algún ministerio de evangelización o que conlleve un reto grande. Probablemente, nos sentimos asustados, sin fuerzas, sin la capacidad para cumplir con la encomienda. Pensemos, que Josué también debe haberse sentido así, tal vez ese llamado de Dios le tomó por sorpresa.
     Ahora bien, Dios lo escogió y le dijo unas palabras poderosas: “no temas ni te asustes, porque contigo está Yahvé, tu Dios, adondequiera que vayas” Josué 1,9. Dios nos dice que no temamos que El estará con nosotros adonde nos toque ir. Si confiamos en El poderoso, en Dios, teniendo la certeza de que El  lo hará; todo estará bien. El capacita a quienes escoge, así que hermanos El solo espera que digamos que sí y caminemos en fe. Nadie ha dicho que es fácil o que todo será como un cuento de hadas. Lo importante es que Dios nos dice “Estaré contigo como lo estuve con Moisés, no te dejaré ni te abandonaré” Josué 1,5.    
     Dios nos acompañará en la encomienda que tenga para ti  y para mí, sea pequeña o grande es importante, y El estará con nosotros. Dejemos el miedo al que dirán o a sentirnos que no podremos hacer el trabajo, Dios nos dice como le dijo a Josué: “Sé valiente y ten ánimo” Josué 1,6. Si cumplimos con sus mandamientos y creemos en su Palabra El estará actuando en nuestro caminar con poder para su Gloria. Recordemos esa promesa de su Palabra: “No te he dicho que si crees verás la Gloria de Dios” Jn 11,40.

Dios los bendiga.

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